"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Los raros
Arthur Cravan, el ¿caballero? inexistente
10/02/2017
Por Esther Peñas
Imaginen un poeta boxeador. No se pierdan, atentos. Hablaremos de un poeta boxeador que, además, fue estafador, amante urgente, excéntrico obstinado, explorador, putero, sobrino de Óscar Wilde, aspirante a hijo de Óscar Wilde, delirante bailarín, tosco exhibicionista, embustero, dandi a ratos, a rachas marchante de arte, tenaz provocador, campeón semi pesado en Francia, bufón por horas, insensato en su veleidad, sombra de sí mismo, sublime arquetipo de nada, crisol de todo, farsante, escritor maldito, indigente canónico, fuerza motriz del escándalo, desertor convencido, equilibrista de la línea en blanco de una historia que hizo suya. “Mi funesta personalidad”, decía él. La pluralidad de yoes, de la que hablaba Unamuno.